Este blog lo publique en abril del 2020 (en ingles) cuando nos encontramos en la primera fase de esta pandemia.
Esta mañana mientras leíamos la historia acerca de Jesus en la tormenta con mi hijos, resonó con los tiempos en los que estamos viviendo a nivel global. Usualmente nuestras tormentas están reducidas a nuestra situación personal o a veces se amplían un poco mas ya sea algo pertinente a nuestra cuidad o país. Rara vez nuestra “tormenta” crece a proporciones de pandemia como lo ha echo este virus.
Lo queramos o no, todos estamos afectados por esto de alguna manera en nuestros distintos rincones del mundo. Algunos días se siente tan tangible y otros días pareciera que no podemos captar la gravedad de como esto esta afectando a tantos. Oramos, nos enclaustramos como nos han aconsejado, y a la vez buscando la manera de mantener un sentido de normalidad. Es un intento de balancear el estar preparados mas no paranoicos. El querer mantenerse informado de como nos esta afectando a nivel mundial y que medidas tomar al respecto y a la vez no paralizarse en temor.
A este punto es seguro decir que esta tormenta de 2020 pertenece en las grandes ligas.
Pero Jesús.
La tormenta no era demasiado grande para El.
Esto no es solo otro dicho Cristiano. Es una verdad que debemos esforzarnos en sementar en nuestros corazones en estos tiempos.
Tal vez no apacigüe esta tormenta tan rápido como quisiéramos. Tal vez solo calme la tormenta en nuestro interior mientras se sienta con nosotros en nuestros botes individuales llamados “casa” y perdure esta tormenta delCovid-19 a nuestro lado.
Jesus es el “domador” de tormentas.
De ninguna manera estoy sugiriendo que Dios causa que estas tormentas ocurran. Pero definitivamente si las usa para atraernos a El y para exponer nuestros corazones. Porque como todos sabemos, una tormenta como esta va a revelar donde están nuestras prioridades. Va a mostrarnos donde esta puesta nuestra confianza.
Pero cuando tormentas así sacan a la luz nuestras debilidades, y creeme que lo harán, el fin no es de dejarnos sintiéndonos desnudos, frágiles, solos y aterrorizados. Es para apuntarnos hacia el Unico que en verdad puede cambiar las cosas. Y aun mas importante, anclarnos en Su paz.
Su proposito es aumentar nuestra certeza en Su bondad.
De expander los limites de nuestra confianza en El.
De sacarle mas filo a nuestra fe.
Las tormentas nos pueden llevar a un lugar de adoración mas puro y sincero al ayudar a revivir nuestras oraciones con una fresca passion y proposito.
¿Seguimos orando que halla a una resolución? Claro que si.
¿Perderemos la esperanza si se demora mas de lo que pensamos? No.
Por que ninguna tormenta se va desperdiciar en nosotros ni se echará a perder.
Cada tormenta que atravesamos con El solo le agrega mas peso y credibilidad a Su fidelidad.
Me pregunto si los discípulos se hubieran encontrado con la tormenta si Jesus no hubiera estado en ese bote con ellos. Yo diría que si. El que Jesus estuviera o no en el bote no cambio la realidad de la tormenta que les esperaba, pero si afecto el resultado.
*“ De inmediato el viento dejó de soplar. Las aguas se calmaron. Inocentemente brillaban bajo la luz de la luna y golpeaban con calma el costado del barco, como si nada hubiera sucedido. EL barquito se mecía suavemente. Había una profunda tranquilidad y gran quietud por todas partes.
Entonces Jesús se volvió a sus amigos asustados por el viento. ¿Por que estan tan asustados?- pregunto-. Se olvidaron de quien soy yo? ¿Le creyeron más a su miedo, en lugar de creer en mí?”
La verdad es que Dios ve las tormentas de una manera muy diferente. Su punto de vista va mas allá de nuestro entendimiento. Hace sentido que confiemos en Aquel que sabe bien como todo esto se va a resolver y aun mas importante, el Dios que nos va a sostener atra vez de todo esto.
Esta mañana me desperté con esta canción en mi mente. Es un canción que no he oído en algunos años pero aun así permanece almacenado en los archivos de mis canciones de corazón que han acompanado temporadas que requerían un cambio de enfoque ayudándome a quitar mis ojos de las circunstancias y poner mi atención en un Dios Hermoso, Amoroso y Asombroso. Que esta canción también te ayude a ti a fijar tu mirada en EL que esta en el bote contigo esta tormenta de 2020.
Paz a todos!
*Historias Biblicas de Jesús para niños por Sally-Lloyd Jones